lunedì 29 febbraio 2016

Semplicimente Guacamole - Sencillamente Guacamole



Il Guacamole è una salsa d’origine messicana a base di avocado, il cui uso risale al tempo degli Aztechi.

Ingredienti

2 avocados maturi
1 pomodoro
¼ o meno di cipolla
peperoncino al gusto
limone o lime
sale

Preparazione


Sbucciare gli avocati, levare il torsolo e riservare. Svuotare l’avocado e schiacciare la polpa con i denti della forchetta, aggiungere un po’ di succo di limone o lime per non farlo ossidare. Tagliare a cubetti piccoli il pomodoro levando i semi, tagliare finemente la cipolla e il peperoncino. Unire le verdure alla polpa dell’avocato, mescolare, salare. Rimettere il torsolo dell’avocato dentro al guacamole (questo aiuta a mantenerlo verde, altrimenti scurisci pronto). Accompagnare con tortillas chips.

Versión en español


Ingredientes

2 aguacates
1 tomate
¼ o meno de cebolla
chile al gusto
limón
sal

Preparación

Pelar los aguacates, quitar el hueso y reservar. Vaciar los aguacates y aplanar con los dientes de un tenedor, agregar un poco de jugo de limón para que no se oxide. Cortar el tomate en cuadritos y quitar las semillas, cortar finito la cebolla y el chile. Unir las verduras a la pulpa de los aguacates, mezclar y salar. Poner el hueso de los aguacates dentro al guacamole (esto ayuda a que se mantenga verde y no se oscurezca tan rápido). Acompañar con tostadas de maíz.   

sabato 27 febbraio 2016

Vellutata di fagioli neri - Crema de frijoles negros


Settimana scorsa ho cotto dei fagioli neri che mi servivano per un pranzo messicano. Una parte la ho preparata “refritos” (cotti, passati a pure e ricotti con un po’ d’olio di semi e cumino). Quegli che mi sono rimasti nel suo brodo li ho preparati come una vellutata. E un piatto gustoso e semplice da fare, ottimo con tortillas fritte a listarelle. Purtroppo non sempre è facile reperire le tortillas di farina di mais, in quel caso potete sostituirle con un pugno di riso o con quadrettini di pane fritti. Le quantità per 4 persone sono approssimative, giocate un po’ di fantasia.

Ingredienti

fagioli neri da cuocere (circa 250g)
una fettina di bacon
¼ di cipolla bianca
1 pizzico di cumino
1 peperoncino rosso
½ dado di brodo vegetale
sale e pepe qb
Per guarnire
tortillas de mais
panna o formaggio grattugiato

Preparazione

Cuocete i fagioli il giorno prima per facilitare la preparazione. Una volta pronti incominciate tagliando finemente la cipolla e il bacon. In una pentola capiente fate un soffritto con poco olio aggiungendo un goccino d’acqua per non farlo bruciare. Nel frattempo frullare i fagioli con l’acqua di cottura e poi versate sul soffritto, mescolate e insaporite con un pizzico di cumino, peperoncino, sale e pepe e il dado sbriciolato. Portate ad ebollizione e poi abbassatela fiamma. Cuocere lentamente per una mezza ora. Tagliate le tortillas di mais a listarelle e friggere in olio di semi, scolare e asciugare bene. Servire la crema con le tortillas fritte, potete arricchire anche con un filo di panna o formaggio gouda grattugiato.


Versión en español

La semana pasada cocí frijoles negros que me servían para una comida mexicana. Una parte la utilicé haciéndo frijoles refritos. Con lo que quedó preparé una crema de frijoles. Es un plato rico y sencillo de hacer, delicioso servido con tiritas de tortillas de maíz fritas. La cantidad de los ingredientes para 4 personas es aproximativa, jueguen un poco de fantasía.


Ingredientes

frijoles negros (aproximadamente 250g)
una rebanada de tocino
¼ de cebolla blanca
1 chilito rojo
½ cuadro de Knorr Suiza
sal y pimienta al gusto
un pellizco de comino
Como guarnición
tortillas de maís fritas
crema o queso rallado

Preparación

Cocer los frijoles el día anterior para facilitar su preparación. Una vez listos empezar cortando la cebolla y el tocino finitos. En una olla poner un poquito de aceite y sofreir la cebolla y el tocino, agregar un poquito de agua para evitar de quemarlos. Mientras moler en la licuadora los frijoles con su agua de cocción y versar en la olla, mezclar bien todos los ingredientes, dejar agarrar sabor ponièndole el chile, el comino, sal, pimienta y knorr suiza. Llevar a ebullición y bajar la lumbre al mínimo. Cocer lenatmente una media hora. Servir la crema con las tiritas de tortillas fritas. Pueden agregar un hilo de crema o queso rallado.

 




domenica 21 febbraio 2016

Budino di croste - Budín de costras


Quando ero bambina per le feste di compleanno o merende si usava molto preparare dei piccoli sandwich o tramezzini ripieni di creme di formaggio e prosciutto cotto. Ricordo la mia mamma che si metteva a prepararli levando le croste per renderli più buoni e belli. Queste croste non si buttavano, la mamma preparava un delizioso budino che a me faceva impazzire di golosità. Ancora oggi mi viene l’acquolina in bocca quando ci penso. Bene, ieri sono tornata ai vecchi tempi e ho preparato dei tramezzini per la festa di compleanno del nipote di una cara amica. Così ho potuto preparare oggi il mio budino della infanzia.


Ingredienti

le croste di un pacchetto di pane morbido (circa 20 fette)
3 uova
1 barattolo di latte condensato
1 barattolo d’acqua
½ bustina di lievito
100g di burro
noci, uvetta o prugne

Preparazione

Mescolate il latte condensato con l’acqua in un recipiente, mettete le croste del pane a inzuppare bene. Aggiungete il burro morbido, il lievito, le noci e l’uvetta. In un altro recipiente battete le chiare dell’uovo a neve e poi i tuorli, mescolate all’impasto del pane. Imburrate uno stampo, riempite con il composto, spolverate con un po’ di zucchero e mettete in forno a 180° per 40-45 minuti. Si può mangiare sia tiepido che freddo.




Versión en español

Cuando era niña para las fiestas de cumpleaños o meriendas se usaba preparar pequeños sandwiches rellenos de jamón y queso. Recuerdo a mi mamá que los preparaba quitandoles la costra para hacerlos más ricos y bellos. Estas costras no se tiraban, mi mamá preparaba un delicioso budín que a mi me volvía loca de glotonería. Todavía ahora cuando lo recuerdo se me hace agua la boca. Bien, ayer regresé a los viejos tiempos y preparé unos sandwiches para la fiesta de cumpleaños del nieto de una querida amiga. Así hoy preparé mi budín de la infancia.

Ingredientes

las costras de un paquete de pan de caja (alrededor de 20 rebanadas)
1 lata de leche condensada
1 lata de agua
2 cucharitas de royal
100g de mantequilla
3 huevos
nueces, pasas o ciruelas

Preparación

Se disuelve la leche condensada con el agua y se pone a remojar el pan. Se le agrega la mantequilla suave y el royal, la nuez y las pasas. Aparte se baten las claras del huevo a punto de turrón y después las yemas, se mezcla todo al pan. Se enmantequilla un molde, se vierte la masa y al final se espolvorea de azúcar. Se mete al horno a 180° por 40-45 minutos. Se puede servir tibio o frío.





giovedì 18 febbraio 2016

Rosticciana con salsa di mostarda e miele - Costillas con salsa de mostaza y miel


Delizioso piatto per la domenica e molto facile da fare come di solito sono le mie proposte.

Ingredienti per 4 persone

una rosticciana (baby ribs)  di 1.5 o 2kg
3 cucchiai di mostarda
2 cucchiai di miele
sale e pepe

Preparazione

Preriscaldare il forno a 180°. Mettere la rosticciana leggermente intaccata su una pirofila o teglia da forno, salare e pepare. Cuocere per un ora circa, a metà cottura rigirarla. Nel frattempo preparare la salsa con la mostarda, il miele, sale e pepe. Si spennella la salsa sopra le costole e si rimette la rosticciana in forno per altri 15 o 20 minuti a dorare e a laccare leggermente. La carne deve essere morbidissima. Servire subito accompagnata con patate, insalata o fagioli. Io la ho servita con fagioli cannellini toscani, un filo d’olio e una spolverata di pepe nero, mmm una delizia!




Versión en español

Delicioso platillo para el domingo y muy fácil de preparar como usualmente las recetas que propongo.

Ingredientes para 4 personas

un costillar (baby ribs) de 1.5 o 2 kg a lo largo
3 cucharadas de mostaza
2 cucharadas de miel
sal y pimienta

Preparación

Se precalienta el horno a 180°. Se pone el costillar entrecortado en un molde para horno y se salpimienta. Se hornea por una hora, dando una vuelta a la mitad de la cocción. Se prepara la salsa mezclando en un bol la mostaza, la miel, sal y pimienta al gusto. Se untan las costillas con la salsa y se vuelven a introducir en el horno por 20 minutos a terminar de cocer, dorar y lacar ligeramente. Se sirven inmediatamente acompañadas con papas, ensalda o frijoles. Yo las serví con frijoles blancos cannellini toscanos, un hilo de aceite de oliva y una espolvoreada de pimienta negra, mmm una delicia!



     





domenica 14 febbraio 2016

Recuerdos especiales - Ricordi speciali




El ocho de febrero pasado se cumplieron veinte años de que mi querido cuñado Goyo se fue. Mi hermana Lauris lo recordó narrando algunas anécdotas muy simpáticas sobre su vida matrimonial. Recuerdos divertidos, pero llenos de melancolía.

Pensando en el, he decidido escribir también algunas líneas sobre esas anécdotas que se han quedado en mi corazón. Son muchos los recuerdos, pero he escogido escribir solo sobre aquellos que conciernen a los tiempos en que yo iniciaba mi aventura italiana. Para hacer esto tengo que plantear una premisa un poquito larga: el primer viaje de mi marido en México.

En los primeros años ochenta conocí Roberto en Florencia. Después de un año de mi regreso a México, el vino a visitarme. Mi papá, que no quería que Roberto tuviera un shock visitando primero mi ciudad, el Mante, le organizó un recibimiento del mejor modo.

Lo primero que hice fue ir a la Ciudad de México junto a mi hermana Natalia a recibir a Roberto. Nos alojamos en uno de los mejores hoteles del centro histórico, de manera que le permitiéramos conocer cómodamente la ciudad. Todo estaba yendo de maravilla y Roberto estaba muy admirado de la grande y bella Ciudad de México.

El tercer día salimos a comer a un restaurante y, si bien Roberto vestía muy bien y con un gusto deliciosamente italiano, lo obligaron a ponerse un saco. Esto lo hizo torcer la nariz. Después de comer, de regreso al hotel, Natalia se puso a llorar desconsoladamente porque extrañaba a sus hijos y su esposo Pargo. Roberto se quedó sorprendido, habían pasado solo tres días de la ausencia familiar de Natalia. Como sea no dijo nada, pero nunca lo ha olvidado.

Al día siguiente llegamos a Tampico y fuimos con mi mamá a casa de mi tía Nena, donde nos esperaba mi papá para de ahí salir al Mante. Amigos míos, recordemos que Roberto estaba por conocer por primera vez a mi papá. La escena es la siguiente: Mi papá recostado en una cama con una pierna en el aire, sufriendo de un intenso y doloroso calambre. Mi tío Carlos, que trataba de ayudarlo pero hacía todo lo contrario, la tía Nena y mamá Chayo sentadas alrededor en un sillón.

Después de una breve presentación de Roberto, vista la gravedad de la situación, el me pregunta si puede ayudar a papá porque cree que el tío Carlos estaba empeorando todo. Mi papá acepta esperanzado en que Roberto lo ayude. El, antes que otra cosa, le levanta la pierna y, tomándolo del pie, lo jala de la manera justa y, como por milagro, el terrible calambre desaparece. Todos aclamaron con alegría la gran empresa de Roberto y en ese momento fue aceptado con afecto en la familia. 

En Mante nos esperaba el resto de la familia. Entre Roberto y Goyo fue inmediata una simpatía recíproca. Goyo decía que el tono bajo de voz de Roberto era como el de Don Corleone, de la película El Padrino, y se divertía tomándole el pelo afablemente. Lo llamaba también bambino, aunque eran de la misma edad.

Después de unos diez días transcurridos en Mante, mi papá nos organizó un viaje a Querétaro y Guanajuato en coche junto con Goyo y Lauris. Durante el viaje nos pasó de todo.

En Querétaro dejamos el coche estacionado donde estaba prohibido, porque a Goyo le daba flojera caminar. Roberto, muy conservador y diciplinado, le pedía a Goyo mover el coche, porque era mejor dejarlo lejos y caminar al centro en vez de arriesgarse a una multa. Goyo, riéndose, le decía “no pasa nada”, mientras Lauris me cerraba un ojo como diciéndome también ella “no pasa nada”. ¡Eran de verdad cómplices!

En fin, después de un largo paseo y una abundante comida regresamos al coche y ¡oh sorpresa! Nos habían quitado las placas (entonces en México se usaba así), de manera que uno estaba obligado a recogerlas y pagar la multa. Goyo reía y decía de nuevo “no pasa nada”. Una vez recuperadas las placas nos fuimos rumbo a Guanajuato y Goyo no se quiso parar a ponerle gasolina al coche, pues decía que tenía suficiente en el tanque.

Apenas habíamos recorido unos 50 kilómetros, el coche empezó a sollozar. De milagro encontramos un ranchito donde los campesinos tenían un tanque lleno de gasolina. Roberto estaba encantado de ver un montón de marranitos negros que paseaban con la mamá en los alrededores; acostumbrado solo a los grande marranos rosas europeos, estos se le hacían curiosos y bonitos.

El campesino, nada estúpido, le dio a Goyo una manguera para ponerle la gasolina al coche. A su vez Goyo se la dio a Roberto diciéndole: “tu sabes mas de esto, visto que trabajas en la FIAT, ¿no?”. “Pero yo me ocupo de finanzas”, contestó Roberto. Goyo le respondió: “ándale, no pasa nada”. En consecuencia, Roberto succionó con la boca el horrible carburante y escupió todo sin lograr insertar la manguera en el tanque del coche. Al final Goyo tuvo que hacer esta operación y entonces Roberto, riéndose, le decía: “no pasa nada”.

Goyo y mi hermana eran como Bonnie y Clyde, divertidos pero no malos, espléndidos y generosos. Recuerdo que mientras Goyo manejaba, decía a Roberto que el dinero era como las uñas: las cortas y crecen de nuevo. Pueden imaginar la cara de Roberto, un europeo que llevaba una vida, por decir lo menos, de austeridad espartana.

El viaje estubo bellísimo, con mil aventuras. Roberto regresó a Italia maravillado de México y de mi familia. Enseguida se celebró el mundial de futbol de 1982. En mi casa, en la final entre Italia y Brasil, solo Goyo le iba a los Azzurri, mientras mi hermana Marcela se enamoró del jugador Claudio Gentile. El resto eran aficionados de Brasil.

Pocos meses después Roberto regresó a México a casarse conmigo. Desde entonces, cada vez que íbamos a México con nuestros hijos Filippo y Laura, Goyo estaba siempre ahí esperandonos. Decía: “llegan los Azzurri”. En la mañana temprano venía a casa de mis padres a tomar el café con nosotros, después se llevaba al bambino Roberto, Filippo y Laura a dar la vuelta, o a su oficina. Ahí los niños jugaban con la computadora que entonces parecía una caja enorme. Ellos lo adoraban. Incluso un tiempo Goyo tuvo un pequeño restaurante de comida para llevar; le pusó como nombre Filippo’s. Roberto y Goyo pasaban mucho tiempo platicando; abrieron y cerraron cientos de negocios, negocios que quedaban siempre en sueños. Planeaba viajes a España para conocer a sus parientes y en Italia para venir a nuestra casa. Desgraciadamente fueron solo bellos sueños.




Cuando murió mi papá, Goyo me escribió una larga y sentida carta. Tenía una hermosa caligrafía. Desde ese momento, el tomó en mi corazón el lugar de mi padre. 




Lamentablemente, pocos años después, murió también el. Espero solo que en el cielo se hayan hecho compañía durante todos estos años y que nos vean con ojos clementes si algunas veces reñimos entre nosotros.

Nosotros, los Azzurri, recordamos a Goyo siempre con infinito amor y nos decimos: “no pasa nada”.

Adriana

Versione in italiano


Lo scorso otto febbraio sono trascorsi venti anni da quando il mio caro cognato Goyo se n'è andato. Mia sorella Lauris lo ha ricordato raccontando alcuni simpatici aneddoti riguardo la loro vita matrimoniale. Ricordi divertenti ma pieni di malinconia.
Pensando a lui ho deciso di scrivere anch'io due righe su quegli aneddoti che sono rimasti nel mio cuore. Sono tanti i ricordi ma ho scelto di scrivere solo degli ultimi tempi, quando io iniziavo la mia avventura italiana. Per far questo devo fare una premessa un pochino lunga: il primo viaggio di mio marito in Messico.

Nei primi anni ottanta ho conosciuto Roberto a Firenze, dopo un anno dal mio ritorno in Messico lui è venuto a trovarmi. Mio padre che non voleva che avesse uno shock venendo per la prima volta nel mio paese -il Mante- organizzò nel miglior modo tutto il soggiorno di Roberto.

Per prima cosa sono andata a Città del Messico insieme a mia sorella Natalia a ricevere Roberto. Abbiamo alloggiato in uno dei migliori alberghi nel centro storico in modo da fargli conoscere comodamente la città. Tutto stava andando bene e Roberto era molto ammirato dalla grande e bella Città del Messico.
Il terzo giorno siamo andati a pranzo in un elegante ristorante e benché Roberto fosse vestito molto bene e con gusto decisamente italiano, lo obbligarono a mettersi una giacca. Questa cosa gli fece storcere il naso. Dopo aver mangiato, facendo ritorno all'albergo, Natalia si mise a piangere sconsolata perché le mancavano i suoi bambini e suo marito Pargo. Roberto restò un po’ sconcertato: erano passati appena tre giorni dall’allontanamento famigliare di Natalia. Comunque non disse niente ma non lo ha mai dimenticato.

Il giorno dopo arrivammo a Tampico e andammo insieme alla mamma a casa della zia Nena dove ci aspettava il mio babbo per poi ripartire per il Mante. Amici miei ricordiamoci che Roberto stava per conoscere per la prima volta mio padre, la scena è la seguente: mio padre sdraiato su un letto con la gamba all’aria, soffriva di un intenso crampo, lo zio Carlos  cercava di aiutarlo ma facendo tutto al contrario, la zia Nena, Mamma Chayo (la nonna) erano sedute in poltrona. Dopo una breve presentazione di Roberto, vista la gravità della situazione, lui mi chiese se poteva aiutare il babbo perché lo zio Carlos stava peggiorando tutto. Mio padre accettò speranzoso  che Roberto lo aiutasse. Lui gli alzò per primo la gamba e poi gli tirò il piede nel verso giusto e, come per magia, il terribile crampo sparì. Tutti  acclamarono con gioia l’impresa di Roberto e da quel momento fu ben accetto in famiglia.

In Mante ci aspettava il resto della famiglia. Fra Roberto e Goyo fu subito simpatia reciproca. Goyo disse che Roberto aveva il tono basso di voce di Don Corleone del film Il Padrino e lo prendeva bonariamente in giro. Lo chiamava “bambino” anche se avevano la stessa età. Dopo una decina di giorni trascorsi lì, mio babbo ci organizzò  un viaggio in macchina insieme a Goyo e Lauris. Durante il viaggio a Guanajuato e Querétaro ci successe di tutto.
A Querétaro si lasciò la macchina parcheggiata dove c’era un divieto di sosta perché a Goyo faceva fatica camminare. Roberto, molto conservatore e disciplinato, chiedeva a Goyo di spostarla, che era meglio lasciarla lontana e camminare verso il centro piuttosto che beccarsi una multa. Goyo rideva e gli diceva con aria sorniona  “No pasa nada”, Lauris chiudeva un occhio come per dire anche lei “No pasa nada”. Erano proprio complici!
Insomma dopo un lauto pranzo facciamo ritorno alla macchina e oh sorpresa ci avevano levato le targhe (allora in Messico si usava così) in modo che uno era costretto ad andare dai vigili a pagare la multa per averle indietro.

Goyo disse di nuovo “No pasa nada” - e se la rideva. Una volta recuperate le targhe siamo andati verso Guanajuato e Goyo non si è voluto fermare a far benzina perché diceva che sarebbe bastata quella che avevamo nel serbatoio.
A mala pena avevamo fatto una cinquantina di chilometri che la macchina iniziò a singhiozzare, per miracolo trovammo una fattoria dove i contadini avevano una botte piena di benzina.
Roberto rimase incantato nel vedere un sacco di maialini piccini tutti neri che gironzolavano intorno insieme alla mamma: abituato ai grossi maiali rosa italiani, questi gli sembravano curiosi e belli.

Il contadino per niente stupido diede a Goyo un pezzo di tubo di plastica per mettere la benzina in macchina, a sua volta Goyo la diede a Roberto dicendogli: “Tu te ne intendi, visto che lavori alla FIAT, no?”
“Ma, insomma io mi occupo dei finanziamenti”, rispose Roberto. Goyo gli disse “Fai te, no pasa nada”. Di conseguenza Roberto succhiò dal tubo per tirare su il liquido e poter poi inserire la benzina dentro il serbatoio, sputando poi quel cattivo carburante che aveva tenuto per pochi secondi in bocca, ma non ci riuscì. Alla fine ci pensò Goyo. Allora Roberto ridendo diceva: “No pasa nada”.

Lui e mia sorella erano come Bonnie e Clyde, divertenti ma non cattivi. Splendidi e generosi. Ricordo che mentre Goyo guidava diceva a Roberto che i soldi erano come le unghie, si tagliano ma ricrescono. Potete immaginare la faccia di Roberto, un europeo austero che faceva vita a dir poco spartana.
Insomma il viaggio è stato bellissimo con tutte quelle avventure. Roberto alla fine del viaggio tornò in Italia meravigliato del Messico e della mia famiglia.

Subito dopo arrivò il mondiale di futbol del 1982. A casa mia per la finale fra Italia e Brasil solo Goyo tifava per gli Azzurri  e mia sorella Marcela si innamorò del calciatore Claudio Gentile. Il resto della famiglia tifava per il Brasile.
Pochi mesi dopo  Roberto era di nuovo in Messico per sposarmi.

Da allora, ogni volta che andavamo in Messico con i nostri figli Filippo e Laura, Goyo era sempre lì ad aspettarci. Diceva: “Arrivano gli Azzurri”. La mattina presto veniva a casa dei miei genitori a prendere il caffè con noi poi portava il bambino Roberto e Filippo e Laura in giro, o nel suo ufficio. Lì  loro giocavano con il computer che allora sembrava una grossa scatola. Loro lo adoravano.
Quando Goyo aprì un piccolo ristorante di cibo da asporto, gli mise nome “Filippo’s”. Roberto e Goyo passavano molto tempo a chiacchierare e  aprirono e chiusero centinaia di negozi, di affari che restavano progetti nei loro sogni. Pianificava anche viaggi in Spagna per andare a trovare i suoi parenti e in Italia da noi. Purtroppo sono rimasti solo quello: dei bei sogni.

Quando morì mio padre, Goyo mi scrisse una lunga e sentita lettera, aveva una bella calligrafia. Da quel momento lui prese nel mio cuore il suo posto. Purtroppo non è rimasto in vita per lungo tempo nemmeno lui. Spero soltanto che in cielo si siano fatti compagnia durante tutti questi anni e che ci guardino con occhi clementi se qualche volta ci accapigliamo fra di noi.



Noi, gli Azzurri ricordiamo Goyo sempre con infinito amore e diciamo:“no pasa nada”.

Adriana


          


martedì 9 febbraio 2016

Piccole dettagli per una colazione amorosa - Pequeños detalles para un desayuno amoroso



Biscotti di frolla a forma di cuore

Sono facilissimi da preparare, se non avete molto tempo per cucinare, potete usare la pasta frolla già pronta in vendita nei supermercati. Lo importante è avere una formina per biscotti a forma di cuore, grande o piccolo e un po’ di codette di zucchero colorate. Potete anche preparare dei sacchetti in cellofan con biscotti e regalare agli amici, sicuramente apprezzeranno il dettaglio.

Ingredienti

300g (2 tazze) di farina
150g  (3/4 tazza) di zucchero
150g di burro
1 uovo
½ bustina di lievito
1 bustina di vaniglia
codette di zucchero colorati
formine per biscotti

Preparazione

Si mescolano tutti gli ingredienti con le mani fino a rendere la pasta morbida e liscia, ma non lavorarla troppo. Coprire con pellicola trasparente e mettere a riposare in frigorifero una mezza ora. Poi pulire il tavolo di cucina , infarinare e stendere con il matterello la pasta, con le formine per biscotti ritagliare i biscotti, metterci sopra le codette, passarli su una teglia ricoperta con carta da forno e cuocerle a 180° per 8- 10 minuti. Tirarli fuori e lasciarli raffreddare.






Uova di quaglia sul toast

Ingredienti

uova di quaglie
pane in cassetta
bacon o speck
una noce di burro

Preparazione

Tagliare le fette di pane come volete (tonde, a triangolo, quadrato o a forma di cuore!) Imburrare leggermente e tostare. Tagliare a striscioline il bacon o speck e dorare in un tegame senza olio o burro. Mettere da parte. Cuocere l’uova nello stesso tegame. Una volta pronte mettere l’uova sopra la fette di pane e aggiungere sopra le striscioline di speck croccanti. Sicuramente il vostro “amoroso” sarà molto contento. Buona colazione in San Valentino!



Versión en español

Galletas de pasta frola a forma de corazón

Son muy fáciles de hacer, si no tienen tiempo para cocinar, pueden usar la pasta frola ya lista y en venta en los supermercados. Lo importante es tener los moldes para galletas a forma de corazón, grandes o pequeños y unas grajeas de azúcar coloridas. Pueden también preparar unas bolsitas de celofán con galletas para regalar a sus amigos, seguramente aprecieran el detalle. 

Ingredientes

300g (2 tazas) de harina
150g (3/4 taza) de azúcar
150g de mantequilla
1 huevo
1 cucharadita de levadura (royal)
1 cucharadita de vainilla
grageas de azúcar coloridas
moldes para galletas

Preparación

Se mezclan todos los ingredientes con las manos hasta formar una masa suave y lisa teniendo cuidado a no trabajarla demasiado. Se hace una bola, se cubre con pelicula de cocina y se pone en el refrigerador a reposar una media hora. Se lava y se seca bien la mesa donde se va a extender la masa con un rodillo bien enharinado, una vez extendida la masa se recortan las galletas con los moldecitos. Se pasan a una charola cubierta con papel de horno y se le ponen arriba las grageas. Se cocen en el horno unos 8-10 min. a 180°. Sacar y dejar enfriar.





Huevos de codorniz sobre toast

Ingredientes

huevos de codorniz
pan de caja
tocino
una nuez de mantequilla

Preparación

Cortar las rebanadas de pan como les guste (redondas, en triángulo, cuadradas o a forma de corazón!) Enmantequillar ligeramente las rebandas del pan y tostarlas. Cortar el tocino en tiritas y dorar en un sartén sin aceite ni mantequilla. Una vez listas se reservan y en el mismo sartén se cocen los huevitos. Después acomodar las rebanadas de pan en el plato, luego los huevitos y por último las tiritas crujientes de tocino. Seguramente su “amoroso” será muy contento. Buen desayuno en San Valentín!



      







lunedì 8 febbraio 2016

Rose di mele - Rosas de manzana



Questa è una bellissima idea per preparare nel giorno dell’amicizia e dell’amore, 14 di febbraio. Può sembrare difficile da fare ma non è così, ci vuole solo un po’ d’attenzione e pochissimi ingredienti.

Ingredienti

un rotolo di pasta sfoglia rettangolare
1 o 2 mele rosse
marmellata di albicocche o pesca q.b.
succo di ½ limone
un po’ d’acqua
un pizzico di cannella


Preparazione

Lavare le mele e levare il torsolo e tagliare a metà e poi a fettine fini. Metterle in una ciottola con un po’ d’acqua e il succo di limone. Si avete il forno a microonde bastano 3 minuti per cuocerle leggermente, altrimenti in un tegame fattele cuocere finché saranno leggermente morbide ma non stracotte. Fatte raffreddare. Srotolare la pasta sfoglia e dividerla in 6 strisce, nella parte superiore stendere la marmellata, poi sistemare le fettine di mele sopraposte a ventaglio, spruzzare di cannella e piegare i bordi della pasta sfoglia.





Poi con molta attenzione iniziare a far una girella dandole forma di rosa. Sistematele nei pirottini dei cupcakes e cuocere nel forno a 180° per 40 minuti. Servire tiepide spolverandole di zucchero a velo. Potete accompagnarle con una pallina di gelato o di panna montata. Sono una delizia!






Versión en español

Esta es una bellisima idea para preparar en el día de la amistad y del amor, 14 de febrero. Puede parecer difícil de hacer pero no es así, necesitan solo un poco de atención y poquísimos ingredientes.



Ingredientes

un rollo de masa de hojaldre rectangular
1 o 2 manzanas rojas
mermelada de albaricoques o durazno c.b.
jugo de ½ limón
un poco de agua
canela

Preparación

Lavar las manzanas y quitar el tronco, cortar a mitad y después en lajitas. Ponerlas en un bol con algo de agua y el jugo de limón. Si tienen horno de microndas bastan 3 minutos para suavizarlas y cocerlas ligeramente, de lo contrario cocer en una olla hasta que estén suaves pero no supercocidas. Enfriar. Extender el rollo de masa de hojaldre y cortar en 6 tiras, en la parte superioi extender la mermelada y después las rebandas de manzana sobrepuestas a abanico, salpicar con canela y doblar los bordes de la masa. Después con mucha atención empezar a enrollar formando la rosa. Ponerlas en los moldecitos de papel que se usan para los cupcakes y cocer en el horno a 180° por 40  minutos. Servir tibios con una lluvia de azúcar glass o con una bolita de nieve o nata. Son deliciosas!